
"APOCRIFO" XXIII
Sin duda, es un problema que los hombres nunca podran resolver. De la otra vida nadie ha vuelto para asegurar a los mortals que se sigue viviendo, a pesar de todo el esfuerzo del espiritismo para conectarse con los muertos. Y la resurreccion cristiana es solamente un tema de fe, sin embargo, es cierto que Jesus era un gran conocedor del alma humana, de los deseos mas profundos de los hombres, intuyo que no puede existir felicidad verdadera si el hombre no da algun tipo de respuesta a la gran incognita de la muerte. A esa sentencia capital con la que nace.
Esa fue la gran intuicion de Jesus, su gran locura. El haber entendido que los hombres teniendo que morir no querian hacerlo, y que dentro de ellos alguien, algun dios misterioso y sin nombre ha colocado ese germen, no se si bandito o maldito, de un deseo inapagable de lo eterno e inmortal.
Jesus, un personale ante el que la historia no ha sabido nunca ser indiferente ni ha podido relegarlo al olvido. Entra, por ello, vivo y controvertido en la aventura en el tercer milenio.
Concordemos o no, la discusion vale la pena.
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