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« en: 22 de Diciembre de 2016, 07:07:29 pm » |
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Algo que los estudiosos del fenómeno sectario han descubierto, casi como norma, es que prácticamente la totalidad de las sectas destructivas utilizan una estructura organizacional basada en una pirámide. Las organizaciones piramidales se utilizan mucho en empresas y negocios multinivel (y también son base de las estafas tipo esquema fonzi), pero específicamente en las sectas destructivas es muy marcado. La razón de esto es que este tipo de estructura tiene muchas ventajas para un manipulador o para aquellos que desean utilizar control mental destructivo en sus adeptos.
En la Misión, la estructura se conforma de esta manera: el primer nivel (aunque lo niegan públicamente) lo conforma JAC, el cual tiene control sobre 7 líderes llamados "Columnas" de misión, los cuales liderean 7 equipos denominados "Carismas", cuyo nombre de cada equipo es el de las Iglesias del Apocalipsis (Éfeso, Esrmina, Pérgamo, Tiatira, Sardes, Filadelfia, Laodicea). Cada columna tiene 7 miembros denominados "columnas de representación" y estos a su vez tienen debajo 7 miembros cada uno, y así sucesivamente.
Internamente como se le presenta a los promulgadores en general, el grupo compacto cercano al líder en este caso son los primeros 56, es decir, las 7 columnas más sus 7 "hijos espirituales" (49 + 7). Esta "generación" es considerada la líder de la organización, y bajo de esto, el resto son promulgadores de base, los cuales siguen las indicaciones de la rama líder.
Pero... aqui hay algo más. He de decir que esta estructura de control tiene actualmente dos "añadidos". Por un lado, las 7 columnas de misión no tienen poder real de decisión sobre la organización, ya que actualemente JAC toma las decisiones y ha dado instrucciones para que estos 7 líderes no tomen decisiones sin consultarlo a él o a Damaris Rodríguez, la lider de la organización denominada "True Way", una corporación que se maneja por aparte de las reglas de la misión al gusto del vidente. También otro escollo para las columnas actuales son las ramas religiosas de la misión, los cuales tienen actualmente un líder por cada rama, que aunque fingen no estar trabajando en comunidad por orden de la Iglesia que los disolvió en 2013, tienen en realidad un lider que los representa a nivel estructural en la Misión.
Bien, volviendo al tema: la razón de esta estructura es que tiene muchas ventajas para el que controla la estructura (JAC) por lo siguiente:
1. La estructura de pirámide establece una distancia entre los adeptos y JAC. Para poder acceder al lider, el adepto tiene que "ascender" verticalmente entre los líderes, lo cual lo mantiene inaccesible a las bases de la organización. Esto ayuda a evitar contacto con el grueso del grupo, y controlar cualquier situación comprometedora entre un grupo muy reducido de personas.
2. Esta estructura permite a los líderes controlar de manera selectiva a las personas. Los problemas menores se contienen desde el liderazgo de base (es decir, desde el "padre espiritual" de la persona) a través del control mental coercitivo y los "criterios" de misión (reglas genéricas que se establecen para resolver cualquier inconformidad o problema interno), y cuando se trata de problemáticas o decisiones mayores, les da el control de la situación de cualquier adepto a través de la estructura de poder. Por tanto es muy conveniente para manejar grandes mases de personas.
3. Limita la responsabilidad de la cúpula sobre los efectos de sus decisiones. Es decir, si algo sale mal, pueden culpar a las bases diciendo que "entendieron mal" las instrucciones o que tomaron decisiones por su cuenta, para así zafarse de cualquier problema en la base de la pirámide. Los adeptos de la base no tienen a quien recurrir más que a la estructura inmediata, por lo que se les mantiene bajo control.
4. Establece un vínculo de relaciones débiles entre los adeptos. La confianza se limita a la línea ascendente (padre espiritual - Columna - JAC) por lo que los vínculos entre adeptos del mismo rango o de otras líneas de mando no pueden establecer realaciones afectivas duraderas o vinculantes entre ellos. Se desaconsejan las relaciones de confianza del mismo nivel ("la gracia baja y sube a través de los líderes") y por tanto, esto provoca que el adepto esté rodeado de gente pero al mismo tiempo aislado del resto de las personas. Cuando un adepto se sale de la misión, la estructura no sufre porque la relación se olvida tan pronto la persona desaparece del organigrama. En la misión las relaciones de "hermanos promulgadores" son tan hipócritas que basta una salida abrupta de la misión para pasar a ser considerado "enemigo" de Dios.
5. Los beneficios (económicos y de adeptos) son para la cima de la pirámide, no para la base. Conforme más arriba estás en el organigrama, las labores que realizas son más de mando que de trabajo. Las columnas y líderes principales tienen privilegios que ningún promulgador de base tiene, como por ejemplo: no salen a vender los domingos, no se les exigen metas de devoción a la par del resto, se les envía a trabajos más administrativos. Mientras que los miembros de base hacen las tareas más pesadas (carga/descarga de material, decoración, barrer, ventas, devoción, etc). Los líderes pueden por ejemplo, reasignarse adeptos "hijos" de otros promulgadores que están en su línea de mando para completar sus "hijos espirituales", y esa persona que ya había logrado completar sus "hijos" tiene que salir de nuevo a buscar más adeptos. Los líderes de la cúpula pueden intervenir espiritualmente a cualquier persona bajo su línea de mando saltándose al "padre espiritual" y de acuerdo a ciertos intereses (por ejemplo, si notan que un promulgador de base tiene cierto talento que les interesa).
6. Finalmente, el esquema piramidal conlleva una desventaja: cuanto mayor sea la estructura, más difícil es hacerla crecer, puesto que, al igual que los negocios de este tipo, el mercado se inunda. Es decir, el número de personas captables se reduce drásticamente y se vuelve cada día más difícil obtener recursos y adeptos. Veamoslo de esta manera: el esquema piramidal es geométrico. Para poder lograr un grupo de 56 personas iniciales (2 niveles) no existe mucho problema, pero el tercer nivel (7*7*7) aumenta a 343 personas. el cuarto nivel ya son 2401 personas, y de ahi para arriba. Para poder sostener una organización de más de 2000 personas, requieres recursos muy grandes para poder administrar todo ese personal, y para lograr crecer la pirámide al cuarto nivel pueden pasar muchos años antes de lograr acercarte a la cifra.
Veamos cómo funciona estadísticamente:
En Puerto Rico actualmente hay 2,620,000 católicos y digamos que quieres fundar una célula de la misión en este punto de la organización. Sabemos que necesitas gente que responda al control mental coercitivo, y que existen cerca de 3000 organizaciones de este tipo en el mundo. De este universo, en Puerto Rico históricamente han caido en garras de la secta unas 1200 personas, de los cuales sólo 130 están activos actualmente (México y otros países son otra historia). En este caso, la misión está atascada en el tercer nivel de crecimiento (requieren más de 213 personas para lograr completar el tercer nivel organizacional). Si hay 3000 sectas posibles en el mundo, quiere decir que la probabilidad de que una persona caiga en el control mental coercitivo es de 1 entre 3000. Dada la población católica en PR (que es claramente el grueso de las víctimas de esta secta) la estadística da que probablemente tengan oportunidad de captar a 873 personas, que más los 130 adeptos actuales da una cifra de 1003 personas (lejos de la mitad del cuarto nivel), y a partir de ese número, se les hará muy, muy difícil obtener adeptos.
En este punto, a la organzación se le va a presentar una situación muy complicada para crecer. Tendrán que recurrir a tratar de reclutar nuevamente a los ex adeptos o buscar nuevas estrategias de engaño para obtener más adeptos, o bien salir de Puerto Rico y continuar con sus esfuerzos en otros países.
En México, en total son 60 millones de habitantes católicos, que multiplican sus posibilidades de crecer hacia un total de 20 mil personas como máximo. Peero... México cuenta sólo con 360 adeptos por más de 800 ex adeptos. Sus posibilidades se reducen puesto que para llegar a la cuarta línea de 2000 adeptos es necesario contactar a cerca de 8 millones de personas, algo que con los recursos con los que actualmente cuentan es prácticamente imposible estadísticamente.
Todo esto se traduce en lo siguiente: promulgadores de base cansados y frustrados porque no encuentran adeptos, abuso sistemático de actividades económicas sobre una base muy pequeña de personas (necesitan levantar recursos muy elevados para intentar subir en el escalafón de la pirámide) pero sobre todo, un engaño sistemático de la cúpula exigiendo condiciones que ellos saben son imposibles de cumplir, con el único fin de mantener a los adeptos en un continuo proceso de culpa, frustración, miedo y cansancio por obtener algo matemáticamente casi imposible de cumplir.
Es por todo esto, que el esquema piramidal establecido de la forma que lo hace la misión es un fraude, y un medio para un fin que no es otro sino el control puro y duro del adepto.
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