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« en: 13 de Diciembre de 2008, 04:32:08 pm » |
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Un empleado municipal de Rosario (Argentina) no aceptó recibir sangre luego de sufrir un grave accidente laboral debido a que su creencia religiosano se lo permite. Está grave, según informaba Infobae. Norberto Peckham, de 45 años, sufrió la amputación de una pierna al negarse a recibir una transfusión de sangre en Rosario, informó el sitio La Capital.
Néstor Sosa, director del Sanatorio Laprida donde el paciente se encuentra internado, explicó que continúa en grave estado, mientras le aplican inyecciones para reponer el hierro en la sangre. Peckham es empleado municipal del área de maestranza de la ciudad de Carcarañá. El accidente que sufrió se produjo el pasado 3 de diciembre, cuando trabajaba con una retroexcavadora. En el lugar se realizaron los primeros auxilios, pero ante la gravedad de la herida fue trasladado a Rosario.
Durante el trayecto, advirtió a los médicos que no aceptaría recibir una transfusión de sangre, pedido que repitió al ingresar al quirófano, donde le amputaron la pierna por debajo de la rodilla. Su esposa y su padre lo apoyaron en esta decisión. Sin embargo, uno de sus hermanos dijo que estaban "locos".
Las autoridades del hospital convocaron a un abogado y a un escribano y, tras evaluar otras alternativas, le comunicaron a la familia la necesidad de una transfusión de sangre. "Sería absolutamente mejor que recibiera sangre", explicó Sosa, pero dijo respetar la decisión del hombre. "Uno de enferma y muere como vive", opinó, aunque agregó que ve como algo "perverso" que una religión "vea mejor que alguien muera antes que reciba sangre". Para el médico, "no hay garantías de nada", ya que la lesión sufrida es importante, con grandes arterias cortadas y mucha sangre perdida.
Norberto Peckham pertenece a los testigos de Jehová. Un responsable rosarino de esa congregación, Santos Cantoni, explicó que no aceptar sangre de otra persona "es un precepto bíblico", aunque rechazó la figura del "mártir". Por su parte, el bioeticista Francisco Parenti señaló que se trata de un caso de consentimiento informado. "Si una persona es competente (adulta, consciente de sus actos, con sus facultades normales) y conoce los efectos de su decisión, tiene pleno derecho a rechazar una terapia", sostuvo.
El diario Panorama ampliaba la información, señalando que para Parenti otra es la situación cuando se trata de una embarazada o de un menor de edad, ya que el Estado tiene el deber y el derecho de tutelar la vida del niño y del feto. "La vida no es un bien absoluto, para muchos puede ser más importante cumplir con sus exigencias religiosas que preservar la integridad física". Como ejemplo, recordó la figura de los mártires cristianos.
Pero, paradójicamente, uno de los responsables de la congregación de los testigos de Jehová se encargó de aclarar: "No queremos ser mártires". Cantoni dijo que, por el contrario, "honran la vida" y sólo rechazan ingerir sangre (de cualquier ser vivo), por lo que han avanzado, junto a los médicos, en investigar terapéuticas alternativas. El testigo reafirmó que se trata de un "precepto bíblico", reafirmado una y otra vez, incluso en la "Nueva Alianza y el primer concilio cristiano".
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