Entonces pudiéramos pensar que este grupo de la misión de la Virgen del Rosario del Pozo o "purísima del pozo" debe ya vidas siendo sumamente imprudente e irresponsable en el manejo de su personal.
Al grupo, al igual que la inmensa mayoría de las sectas, le importa NADA sus agremiados, sus devotos, sus "promulgadores" en este caso, sabemos que lo que quieren las sectas es tener una especie de robots o autómatas al servicio de la secta y ellos deben de aprender que no valen nada, (que son esclavos de María) (dame todo yo no te doy nada) (dame dinero y yo te doy la salvación de tu alma
) y así como en el caso de Enrique Rosado el grupo del pozo los utiliza a su conveniencia aún muertos, elevándolos a la "santidad" -muy a la manera del grupo por supuesto-. Para así desviar la atención de su responsabilidad por esa muerte.
No es nada gracioso, ni aplaudible en ningún sentido, el actuar de esta persona desequilibrada y con complejos narcisistas Juan Angel Collado y sus seguidores que le cumplen todos sus caprichos, aquí ya estamos hablando de vidas. Pudiéramos hablar de homicidios imprudenciales.
La secta del pozo si un mínimo de vergüenza tuviera, debería de dar a lo menos una compensación económica o una pensión a la familia de esta persona que murió trabajando para ellos. En un empleo formal esto es de por ley.
Que vergonzosamente empieza el año la secta pocera.